Hernán Cortés - Zaragoza

Premio para los bares de toda la vida. Todo en este lugar respira tradición y buenas costumbres. Un bar donde según entras te transporta en el tiempo, con sus cosas buenas y alguna pequeña pega. El dueño amable, apunto de jubilarse según el cartel de la puerta, se ve que cuida su negocio y sabe perfectamente cómo atender a una persona (nota para el resto de negocios donde los camareros muchas veces dejan mucho que desear). Todo casero, todo muy rico, sin una gran variedad pero lo que ofrece sabe como siempre. La terraza en una calle relativamente transitada, poniéndole unas plantas se convierte en un lugar acogedor y agradable.

Me atendió el Dueño mismo ! Que hombre tan encantador ! Comimos unas croquetas muy buenas de merluza y tortilla de papas . Tienen también buena cerveza alemana .

Bar de toda la vida con una atención increíble. Hacen unas cortezas de cerdo muy buenas.

Aprovecha la oportunidad y visita el Bar Hernán Cortés antes de que desaparezca en su esencia genuina, pues se traspasa por jubilación. Trato amable, cercano y producto casero. No dejes de pedir sus patatas con corteza.

Fuimos a este bar viniendo de Andorra a Madrid, habiendo parado antes en autoservicios de carretera donde los precios eran descomunales. Este bar es de los mejores sitios calidad precio que existe. Tanto la tortilla como las croquetas son las mejores que he probado en mi vida. Además, el camarero era muy majo. Sin duda repetiremos!