El Mangranar - Atzeneta del Maestrat

Exteriores muy bonitos, jardín y piscina muy cuidados, habitaciones diminutas, baño y ducha extrexissimas, comida normal, servicio y personal bueno pero muy escaso, falta servicio de terraza..

Quien busque ir a comer a un restaurante en un entorno precioso y tranquilo, montado en una infraestructura de calidad y belleza arquitectónica en consonancia con el lugar y donde además pueda disfrutar de comida de buen género y exquisito sabor con porciones generosas y muy bien atendido, ya puede ir reservando en El Mangranar de Atzeneta del Maestrat. Allí también se puede pasar una o varias noches pues en el complejo hay un hotel y 4 casas rurales y piscina y aunque no hice uso de esas instalaciones, creo que ha de estar muy bien para pasar allí al menos un par de días en familia. Creo que también se alquila para eventos empresariales o particulares. Obviamente habrá tantas opiniones como personas. Yo le doy un 10.

Fuimos a comer un sábado reservando el viernes, no había mucha gente. El entorno es bonito, en plena naturaleza. De primero había ensalada caprese, arroz caldoso de pescado y revuelto con verduras y jamón (este último muy destacable). De segundo, huevos rotos con jamón y trufa, dos tipos de carne con salsa y un plato de pescado. De postre, tarta de queso, de calabaza y de ferrero (muy buena). Estuvimos bien atendidos y comimos bien, aunque esperábamos más por lo que habíamos escuchado, igual es al ir de carta y no de menú como hicimos nosotros. Las raciones están acertadas, no son pequeñas.

Ofrecen la opción de pedir a la carta, o un menú a 18€, y con precio especial si te alojas en su casa rural. El menú es muy completo y variado, la cocina es casera y el codillo y la tarta de queso memorable!

El restaurante se encuentra en un lugar perfecto adentrado en la naturaleza fantástica del interior de Castellón, muy acogedor y pensado para los más pequeños, la atención del personal es buena y muy amables, el menú de domingo podría mejorar en algunos aspectos pero en general comimos muy bien, el café lo puedes tomar en la fantástica terraza con vistas a la piscina y a la montaña, nunca nos hemos alojado pero lo haremos algún día.