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Contribuisci feedbackHace 15 años, La Nena Silva abrió este local para ofrecer gastronomía local, pero una trabajadora indígena le dijo una vez que más que local, por que no se atrevía a mostrar las verdaderas raíces de Amazonas. Ella, como descendiente de la etnia Jivi, se empeñó desde ese momento en difundir la cocina indígena. Así que esta profesora jubilada se arriesgó y comenzó a aprender a cocinar lo que los indígenas cocinaban en sus comunidades. Los yanomami, jivi, piaroa, baniva, yekuana, pemón, puinavi, baré, wuarekena, piapoco, curripaco, quichua y kariña saludan, en su propio dialecto a los visitantes. Con cortesía las paredes de La Pusana invitan al comensal, a conocer las palabras básicas que ellos utilizan. Si usted viene a este local podrá conseguir además del típico pescado de río acompañado con arroz y ensalada, los bachacos en katara (picante), los jugos de túpiro y copoasú y la araña mona asada. Ella prepara ensaladas con mañoco, algo que llaman cabeza de gallo que este derivado de la yuca aderezado con pimentón, cebolla, tomate y limón; también ofrece lapa de vez en cuando aunque ya se ha prohibido su comercialización. Sentarse a almorzar en este sencillo pero sabroso local es toda una experiencia gastronómica, un reencuentro con las raíces de los pueblos indígenas que al final son las nuestras, de quienes nacimos por estos lados.
La silva abrió este restaurante hace 15 años con el objetivo de ofrecer cocina local, pero una trabajadora indígena le dijo que debía ser más auténtico, mostrando las verdaderas raíces de la Amazonía. Desde entonces, como descendiente del grupo étnico jivi, se ha comprometido a difundir la cocina indígena. Este profesor jubilado tomó el riesgo y comenzó a aprender a cocinar los platos tradicionales de comunidades como los Yanomami, jivi, piaroa, baniva, yekuana, pemon, puinavi, baré, wuarekena, piapoco, curripaco, quichua y salan kariña, en su propio idioma para los visitantes. Las paredes del restaurante invitan a los comensales a aprender las palabras básicas de estos pueblos indígenas. Además del pescado típico del río con arroz y ensalada, se pueden disfrutar platos como los bachacos en katara (picante), los jugos de tupiro y copoasú, y el asado de mono araña. También preparan ensaladas con mañoc, conocidas como "cabeza de gallo", que es un derivado de la yuca sazonado con paprika, cebolla, tomate y limón. Aunque está prohibido, de vez en cuando también ofrecen carne de tortuga. Sentarse a almorzar en este modesto pero sabroso restaurante es toda una experiencia gastronómica, que te conecta con las raíces de los pueblos indígenas que habitan en la región.