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Contribuisci feedbackPedimos unos huevos rotos y los huevos estaban crudos y el jamón era como cubos de rubik, el pollo al ajillo más de lo mismo. Era un bar que solía servir buenos pinchos pero ha bajado mucho en calidad.
Buen lugar para disfrutar de tapas en el que ya había comido alguna vez sin problemas, hasta que el último día me sirvieron una paella de no se sabe cuándo, la calentaron en el microondas y era imposible de comer, los segundos platos, regulares.
Si estás buscando disfrutar de comida casera a un precio asequible, este es el lugar perfecto. Ubicado en la zona sureste de la ciudad, este restaurante ofrece una amplia variedad de platos, desde raciones y hamburguesas hasta pizzas. También preparan paellas por encargo, las cuales son deliciosas y a un precio muy económico.
Buenos pinchos y generosos, sobre todo los elaborados con pollo, su especialidad, aunque los arroces tampoco se quedan atras. El gran problema es la rotación de camareros nóveles que dejan el sevicio por los suelos, más bien parece una escuela de hosteleria, cuando apreden a servir se van y vienen otros nuevos. Los perjudicados somos los clientes. A la hora de la comida olvidate de pedir una caña, y si te la ponen no sabes cuando llegará el aperitivo, pues todos los camereros están pendientes de las mesas del comedor.
Una pasada de bar , nada que ver con los comentarios que han puesto el grupo de personas esas que se nota que lo han escrito 3 personas del mismo grupo nosotros siempre vamos y contentísimos la atención un 10 por parte de todos y la calidad y precios de lo mejor lo recomiendo con los ojos cerrados os iréis con buen sabor de boca