Crêperie Bretonne Anaick

Crêpes deliciosos, aunque se encuentra en un lugar muy turístico, la relación calidad-precio es razonable. El ambiente es agradable y tiene una decoración peculiar y diferente. El trato es amable y el servicio es rápido. Lo recomiendo para comer y cenar con amigos o familia. ¡Ideal, lo recomiendo!

Creperie bretona con deliciosas galettes sin gluten Lo encontré buscando un sitio libre de gluten en mapas de Google, cerca de donde estaba. Yo tampoco esperaba mucho, pero estaba gratificada. cuidadosamente decorado (curioso lo que la cocina es un autobús,) servicio rápido y muy agradable. Y lo mejor, la comida. una galette era muy crujiente y la otra menos, aparentemente depende de la temperatura de los platos, ambos muy buenos. el postre que pedimos crujiente y así lo trajeron (espectacular el helado de turreta que estaba usando). Tomamos una galette cada uno, un postre para compartir y dos bebidas (un agua y una cerveza) alrededor de €16 por persona; para mí es correcto en términos de calidad/precio. No conocíamos el puerto olímpico y nos llevó a encontrarlo, lo llamamos y nos dijeron. se encuentra en una plaza interior junto a tous, y el casino. Muy bien en general, volveremos.

Crepería curiosa en el centro de Perpiñán. La decoración es muy auténtica y todo está bien combinado. El resultado es muy agradable. Las crepes son enormes y muy ricas, tanto saladas como dulces. Fuimos tres y pedimos tres crepes saladas y dos dulces. No pudimos terminarlas. Costó alrededor de 50 euros. Agua libre.

No sé ni por dónde empezar, cuando la cocina ofrece una comida espectacular y el ambiente es sensacional, simplemente disfrutas de la experiencia. Cené allí el viernes y el lugar estaba a reventar de gente. A pesar de eso, disfrutamos de unas galettes deliciosas y una crepe de postre que estaba muy buena, todo servido por una camarera que sabía lo que hacía y cómo atendernos. El precio fue más que razonable, teniendo en cuenta la calidad de la comida y el servicio. Cenamos en la terraza, pero al entrar y ver la decoración, me encantó aún más. ¡Lo recomiendo al 100% y cuando vuelva a Valencia sin duda regresaré allí!

Las crepes están deliciosas y hay que probar la sidra!! Es un lugar que se ha de visitar almenos una vez, el decorado es diferente a lo habitual, tranquilo y muy acogedor!