Immagini
ContribuisciPrenota ora
Recensioni
Contribuisci feedbackI have to confess this restaurant loses me. When I miss a spider, it's one of the places in good air where I feel a little like homeland. the kitchen of the French Basque center is very recognized in all the good airs. located in a beautiful palace of the district of monserrat, the restaurant has a very large living room divided into two by a winery with good Argentine and Spanish wines. wooden floors, window with forging balconies, old lamps, tables with snowy tablecloths and waiters with black jacket and black arch, the french Basque center is an inescapable port exit. of food, as I've already eaten, is almost like being in a spider. among my favorite dishes are the chichiirones on the plate, the black rice and the octopus to the Galician. as if this were little, to finish there are natillas, a dessert that in Argentina is absolutely unknown. Finally, I cannot fail to mention the warmth of my owners. The last time I ate there I told them that for a long time I had lived in a spider and walked all over the building. Therefore, among the photos I attach there are some of the kitchen, and the cook about to throw a fresh octopus in the water.
Tengo que admitir que estoy enamorado de este restaurante. Cuando extraño España, este es uno de los lugares en Buenos Aires donde me siento un poco como en mi tierra natal. La cocina del Centro Vasco Francés es muy famosa en toda Buenos Aires. Situado en un hermoso edificio del barrio de Monserrat, el restaurante cuenta con un gran salón dividido en dos por una bodega con excelentes vinos argentinos y españoles. Con suelos de madera, balcones forjados, lámparas antiguas, mesas con manteles blancos y camareros con chaquetilla blanca y pajarita negra, el Centro Vasco Francés es una visita obligada en Buenos Aires. En cuanto a la comida, como mencioné anteriormente, es casi como estar en España. Algunos de mis platos favoritos son los chipirones a la plancha, el arroz negro y el pulpo a la gallega. Y para finalizar, ofrecen natillas, un postre completamente desconocido en Argentina. Por último, no puedo dejar de mencionar la calidez de los propietarios. La última vez que cené allí les conté que viví en España durante mucho tiempo, y me llevaron a dar un paseo por todo el edificio. Es por eso que entre las fotos que adjunto hay algunas de la cocina y del chef a punto de sumergir un fresco pulpo en el agua.