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Contribuisci feedbackMy usual residence in the caudiz is in the same area as this coffee bar and with the arrival of the years I have already seen several companies not in the own place in the same street that have been closed for retirement (more than desired) so both owners or for a reason as sad as evident, the business did not work for my surprise, in one of the last visits to the tacita I found this bar with more airs of coffee, and so much less, One already appreciates those places where to speak or listen to music that does not have to visit the doctor to treat the ear or throat ... you gages of age, I guess the service, very correct and with good time, allows you to sit, listen to what is there but without getting bored with the wait. more coffee than bar, so I ordered my classic, smoothie and croissant. I'm sorry, I can't have the coffee, so I left it for my partner. I was great, fresh, crispy and tasty. of the blender, nothing to bring coffee, in the face of insistence and the mere fact that he had acted as a gastronomic critic for a long time despite not dripping all the brebaje showed it and somehow surprised me with paris aromas and another chick in the gabacho field. So the thing was well recommended, yeah. but wish a lot of luck as the area I doubt is the most suitable for this type of business. However, in a positive beginning of the year, let us hope to be surprised and that the thing not only goes, it takes root and gives the example to see what happens ...
Mi residencia habitual en Cádiz se encuentra en la misma zona que esta cafetería, y con el paso de los años he visto varios negocios cerrados en la misma calle, ya sea por jubilación de los dueños o por la triste razón de que el negocio no funcionaba. En una de mis últimas visitas a La Tacita, me encontré con este bar con aires de cafetería, decorado con buen gusto y de estilo moderno, proponiendo un concepto nuevo en esta ciudad. Por ello, decidí pasar una tarde tranquila de Diciembre para merendar allí. Al llegar, me di cuenta de que el público habitual de la cafetería tradicional, que supongo que ronda entre los 18 y los 50 años, puede que no acepte este tipo de propuesta. Es como estar en un museo de arte contemporáneo, pero es un lugar muy agradable para conversar o tomar algo tranquilamente. El servicio fue muy correcto y rápido, te permiten sentarte y ver lo que ofrecen sin aburrirte durante la espera. Pedí mi clásico: batido y croissant, ya que no tomo café. La repostería estaba deliciosa, crujiente y sabrosa, y el batido no decepcionó. A pesar de no gustarme el café, decidí probarlo y me sorprendió con sus aromas parisinos. Recomiendo este lugar, aunque la zona quizás no sea la más adecuada para este tipo de negocios. En cualquier caso, deseo mucha suerte y espero que la sorpresa sea positiva y que el éxito llegue. Habrá que esperar y ver qué sucede...