Casa Pita - Cambre

El peor sitio en el que he comido, sin duda. Con la oferta gastronómica que hay en Galicia, no puedo entender como siguen abiertos.

Parece que admiten más clientes y montan más mesas de las que pueden atender correctamente. Servicio desesperadamente lento, atención mal encarada y respuestas rozando lo borde y prepotente. No se encuentra justificación a la tardanza. Platos con retrasos (olvido) y a destiempo unos con otros. Después de otra larga espera nos tuvimos que levantar para decir que ya habíamos terminado de comer y que por favor viniera a recoger mesa para poder pedir postre y cafés. En relación a la última vez que fuimos, la calidad de la comida ha bajado considerablemente, la cantidad de las raciones también. Es sitio es chulo; como siempre.

Buena atención, ubicación fantástica en medio de la naturaleza, la terraza es preciosa, buena calidad de productos y preparación, precio justo, no se necesita nada más. En nuestro caso, volveremos algún día.

En un paraje estupendo, con espacio y muy bien atendidos, probamos varios platos todos ellos muy ricos. A destacar el bacalao y como más flojo el pulpo Volveremos para probar el resto de la carta y en la temporada de cocido

A apenas un cuarto de hora de Coruña capital, comer en Casa Pita es hacerlo en plena naturaleza, respirando aire puro, un ambiente familiar y disfrutando de un espacio tradicional que, al mismo tiempo, está montado con esmero. Quizá las raciones vayan algo justas (las croquetas por ejemplo son pequeñas de más para costar un euro cada una) pero nada que objetar a la calidad. Buena tortilla tipo Betanzos y excelentes postres. Recomendable.