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Contribuisci feedbackDescubrí este lugar en mi reciente viaje a Punta Sal, al norte de Perú. Este acogedor restaurante está en el balneario, justo frente a la playa; y la verdad es que la onda que tiene te invita a quedarte mucho más tiempo del que tenías planeado. Mesas sobre la arena rodeadas de palmeras, un bar rústico hecho de caña y la carta escrita con tizas en pequeñas pizarras transmiten esa onda mágica y relax que sólo la vida de playa te puede dar. Mención aparte merecen las paredes, pintadas a mano y con mensajes que a veces sólo entendemos los que nos aventuramos a viajar solos. De la música ni les digo, casi me quedo acá todo el tiempo. De hecho es un componente muy especial que le da vida y personalidad a este lindo restaurante playero. En cuanto a la comida, les sugiero probar todo lo que puedan, sobre todo la comida marina con esa frescura de lo recién salido del mar. Yo probé una leche de tigre con crema de ají amarillo de 10 puntos y un ceviche tan pero tan fresco que tenía sabor a mar : Otra cosa deliciosa es la selección de cervezas artesanales que ofrecen. No te vayas sin probar una de quinua. Algunas noches los mismos dueños te invitarán a compartir en una fogata con música y malabares...para qué más?
Desafortunadamente, este restaurante ha cerrado. Se rumorea que se mudó de local, pero lo busqué y no obtuve resultados. Solía pasar un buen rato allí, con un ambiente agradable, buena música y, por supuesto, ¡comida excelente, especialmente las pizzas!
Descubrí este lugar en mi reciente viaje a Punta de Sal, al norte del Perú. Este acogedor restaurante está en el spa, justo frente a la playa; y la verdad es que la ola que te invita a permanecer mucho más tiempo de lo que planeaste. Mesas sobre la arena rodeadas de palmeras, un bar rústico hecho de caña y la carta escrita con tejas en pequeñas pizarras transmiten esa ola mágica y la relajación que sólo la vida de la playa puede dar. Aparte mencionar las paredes merecen, pintadas a mano y mensajes que a veces sólo entendemos aquellos que nos aventuramos a viajar solos. Ni siquiera les digo que casi me quedo aquí todo el tiempo. De hecho es un componente muy especial que da vida y personalidad a este restaurante de playa lindo. En cuanto a la comida, te sugiero que pruebes todo lo que puedas, especialmente mariscos con esa frescura de la frescura del mar. He probado una leche tigre con crema de pimienta amarilla de 10 puntos y un ceviche tan pero tan fresco que ha gustado como el mar de otro modo delicioso es la selección de cervezas hechas a mano que ofrecen. No te vayas sin probar una quinua. Algunas noches los mismos propietarios te invitarán a compartir una hoguera con música y malabares. ¿Para qué más?
Lamentablemente, este establecimiento se cerró. Dicen que cambió de lugar, pero lo busqué y no conseguí ningún resultado. lo pasé bien, buen ambiente, buena música y por supuesto muy buena comida, especialmente pizzas!