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Contribuisci feedbackEstá situado al otro lado del Paseo Marítimo del Guadalquivir. Tiene varias mesas afuera con sombrillas. El servicio fue perfecto. La comida me ha encantado. Pedí la ensalada César, solomillo Gran Plaza y merluza con pisto. Todo estaba delicioso y bien sazonado. El precio es medio. La cerveza estaba muy fría.
La comida no es nada especial; además, son fanáticos de la miel de caña, que le ponen a todos los platos y opaca el verdadero sabor de la comida. Al principio, el trato que recibimos de la camarera fue muy agradable, pero a medida que pasaron las horas y llegó más gente, ya no se podía ni hablar con ella.
Hacía tiempo que no comía tan mal ni salía tan disgustado de un sitio. Pedimos: SAQUITOS DE PASTA FILO, que estaban súper empapados en miel de caña, lo que le quitaba todo el sabor al relleno. El ATÚN CON SALSA DE QUESO VIEJO estaba completamente sumergido en la salsa de queso, que además camuflaba su estado, ya que estaba crudo. La presentación fue pésima. El PAN BRIOCHE estaba muy bueno, pero lo peor fue con las PAPAS BRAVAS, que pedimos a las 14:55 como primer plato y nos las sirvieron al final. La camarera no encontraba nuestra mesa hasta que finalmente la halló, acompañada del cocinero. Entre ellos no había entendimiento sobre a quién pertenecía la comanda. La actitud del cocinero fue muy decepcionante: estaba alterado, quejándose e intentando discutir, alegando que la comanda llegó a cocina una hora después. En conclusión, el servicio fue muy malo, muy lento y deja mucho que desear. No lo recomiendo.
Con lo que tardaron pensé en cambiar lo que había pedido para almorzar y pedirme algo de merendar. Más de una hora esperando.
Tardan muchísimo en servir la comida, las camareras perdidas, un poco caro.
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