Cantina El Centenario - Cuauhtémoc

Una cantina antigua (1949) bien conservada. Los baños están limpios, la comida no está mal y el servicio es amable. Aquí puedes disfrutar de música en vivo contratada en tu mesa para cantar los clásicos mexicanos, e incluso probar el famoso "toques toques".

Ubicada en el corazón del barrio de la Condesa, esta cantina cuenta con mobiliario de los años 30 y ofrece un buen servicio. Sirven una pequeña botana y los tragos son de 2 onzas, a un costo de entre $60 y $70 pesos la bebida nacional. Algunos comensales utilizan las mesas para jugar domino y se transmiten juegos de fútbol. No se permite la entrada de menores de edad. Es un lugar encantador con un público local, vale la pena visitarlo, ya que tiene una carta económica y un buen servicio.

La barra para apoyar los pies, mesas para jugar dominó, meseros con corbata, tríos para cantar canciones de amor, toques eléctricos y tragos auténticos bien servidos. Estas son algunas de las cosas que puedes encontrar en esta acogedora cantina clásica en el corazón de la Condesa. Es el lugar ideal para impresionar a los extranjeros, ya que todo está muy bien cuidado. No es la típica cantina con estereotipos mexicanos para turistas, ni tampoco el lugar de moda para empresarios. Hay muchas cantinas en México, especialmente alrededor de la zona de la Condesa, pero definitivamente esta es una joya clásica que vale la pena visitar en un tour de cantinas.

Cantina clásica con botana de tiempos (guisados, incluida si consumes a partir de 3 copas de alcohol o 4 cervezas). Ubicada en la Condesa pero con un aire totalmente distinto al que te sueles encontrar en los bares/cantinas de esa zona. Buena variedad de licores y de comida, precios muy accesibles y una excelente atención. Si vas a la hora de la comida busca que te atienda Alfredo, su servicio es destacable, de los que se ganan la propina a pulso. Otro punto a favor es que en fin de semana cierran a las 3-4 de la mañana, poco común hoy en día en las cantinas de este tipo. Casi en todo momento hay músicos que entran a tocar, desde rancheras hasta rock, por lo que el ambiente se presta para querer seguírtela.