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Contribuisci feedbackRestaurante típico de los años ochenta, con gastronomía clásica de siempre. Mi calificación personal es la siguiente: ensalada 9/10, arroz a banda 9/10, marisco fresco 8/10 y pescado frito 10/10. El trato del personal, sin embargo, se lleva un 6/10. La verdad es que el arroz a banda estaba en su punto sabroso cuando volví. Los precios son un poco altos para lo que ofrecen, aunque tienen un menú de 18 euros si buscas algo más económico. Las quisquillas son espectaculares y el sepionet también. La ensalada muy buena, salvo el tomate, que estaba soso. El pescado era fresco y los cacahuetes del día. Los manteles son de papel, como toda la vida, e incluso el menú está impreso en ellos; se puede pedir hasta unos huevos fritos. La última vez que reservé desde Madrid y, al llegar, me pidieron el pasaporte COVID, así que tuve que desviar 100 km de mi ruta para encontrar otro lugar. En conclusión, vale la pena llegar, aunque el servicio sea un poco seco. Fue una experiencia agridulce. Deberían mejorar la amabilidad de los camareros.
Excelente comida, especialmente los mariscos y pescados frescos de todo tipo.
Lugar normal, sin lujos. Muy atento con los clientes, aunque los precios son excesivos. Sin embargo, se puede disfrutar de la comida; el pescado y los mariscos son muy frescos. El arroz a banda es muy recomendable.