Sidreria El Mallu - Gijón

Tras mucho pensar en la elección de un buen restaurante para celebrar la despedida de soltera de una de mis mejores amigas me decidí finalmente por pillar mesa en la Sidrería El Mallu y la verdad es que acerté de pleno. Aunque no es muy antigua ya que tan sólo tiene 10 años, su fama la precede y resulta totalmente imposible conseguir mesa a no ser que se lleve reserva. Como yo ya lo sabía dejé reservada la mesa un mes antes para así evitar problemas de ocupación. Nada más entrar te encuentras con el bar-sidrería donde se pueden degustar unas sidrinas antes de empezar a cenar y probar las numerosas tapas que tienen a lo largo de la barra. Al fondo se encuentra el comedor principal, aunque dado el gran número de gente que siempre tienen, también hay mesas al lado de la barra. Como íbamos bien recomendadas nos salió todo a la perfección, ya que es muy barato y además se come estupendamente porque las raciones que ponen son muy abundantes. En nuestro caso como habíamos acabado de comer a las 18,00 horas sólo elegimos unos platos de picoteo. Os recomiendo probar: el lacón con grelos, patatas al cabrales o con 2 salsas (ali-oli y barbacoa picante), chorizos criollos con patatas fritas, pollo frito al ajillo acompañado de patatas fritas, ensalada especial El Mallu, calamares a la romana y croquetas. De postre la verdad es que tienen numerosos platos a elegir pero yo ya había encargado una tarta erótica para novia. Para beber os aconsejo que probéis tanto la sangría de vino como la sangría de sidra que están buenísimas, son totalmente naturales y originales del Mallu. Una cosilla, si no encontráis mesa en el Mallu, intentad el otro restaurante que tienen sus propietarios a menos de 500 metros de éste conocido como El Otru Mallu.

La última vez me pareció que habían subido los precios.

Fuimos un grupo de amigos y el sitio espectacular, comimos genial, todo de calidad Enrique nos atendió com gran profesionalidad y súper amable, es un sitio muy recomendable, comimos de lujo. Muchas gracias por vuestra hospitalidad

Si has ido a El otro mallu, este te decepcionará un poco. Más ruidoso y pequeño, las mesas están más apretadas. La comida y menús son los mismos por lo que en esa parte es correcto. Pedimos ración de croquetas (caseras, 12ud) y calamar fresco, este último pedimos cambiarlo porque venía muy dorado y duro. Enseguida nos lo cambió sin problema. Camarero majo. Lo mejor son las tapas que hay entre semana, pues son mini raciones.

Buen comer amables buena atencion comida en abundancia