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Recensioni
Contribuisci feedbackConcurrimos al local ubicado en la avenida principal de Caroya antes de regresar a Córdoba y quedamos muy conforme con la calidad de los productos comprados. Excelente sobresaliente para el queso y también muy ricos los salames, jamones y vinos moscatos. Precios acordes sin ser productos económicos
Este fue todo un descubrimiento en plena ruta, un lugar que de afuera no dice mucho, pero adentro te envuelve el aroma a salame!!! casi una droga, es imposible no sentarse a probar y menos intentar resistirse a llevar algo, si bien el salame es la estrella principal, el jamon y la bondiola no se quedan atras, los precios bastante elevados, pero irresistible...
Pasamos el último verano (2016) ida y vuelta por Caroya y en las dos ocasiones visitamos el lugar, muy amablemente la Sra. nos invitó a conocer el sótano plagado de salamines!!! el perfume inigualable y el sabor con un rico queso y pan casero!!! únicos.
NI hablar para todos los Friulanos. Aunque en lineas generales, a todo viajero amante de visitar los pueblos ruteros y probar sus productos, en Colonia Caroya éste es el mejor lugar!La calidad de sus productos es muy buena. El precio es accesible, teniendo en cuenta los precios fluctuantes de la Argentina.Como dije antes, es un lugar ideal para viajeros, y sus familias, que deseen probar el salame Caroyense.
Es un típico lugar al costado de la Ruta 9, Km. 748, mano derecha yendo desde Buenos Aires hacia el Norte Argentino. Un lugar donde uno puede estacionar a la sombra y si lo desea comer afuera (especialmente personas que fumen) y adentro, donde además de ser un lugar de venta de fiambres, quesos, aceitunas y otros tipos muy variados de comidas regionales envasadas, también tienen los típicos alfajores cordobeses. Estuve con mi hijo y pedimos una picada variada de fiambres, quesos y aceitunas para 2 personas y vimo muy pero muy abundante. Todo con pan y se puede pedir bebida sin alcohol, gaseosa, de litro y medio, con lo que se abaratan los costos. El ambiente sumamente familiar, atendido por su dueña. No pudimos sacar fotos de la comida porque habiamos dejado la cámara en el auto, estacionado en la puerta y veníamos tan ansiosos por comer algo que atacamos de entrada esa exquisitez de jamon crudo, lomito, bondiola, jamon cocido, quesos, aceitunas Etc. Todo por 180 pesos, bebida incluída de litro y medio. (agosto 2015) Un lugar super recomendable para volver siempre.