Don Diego - La Solana

Menú del día a buen precio y acorde a l que pagas. Servicio profesional.

Buena comida,buen servicio y buen precio,tranquilo y acogedor

Tras una parada en La Solana en medio de un viaje largo, nos hicieron varias recomendaciones. Por intuición, elegimos Don Diego, y comimos un estupendo menú por 15 euros (8 si se trata de media ración). Patatas a lo pobre, revuelto de morcilla, lasaña, calamares, bacalao, lomo con patatas y tarta de zanahoria. Todo casero y en una ración generosa acompañada por un estupendo vino de la zona. Por la tarde, tras un paseo y buscando alguna alternativa para la cena, la amabilidad de una camarera en un local gourmet y el bullicio en el resto nos llevó de nuevo a Don Diego. Esta vez elegimos tostas de jamón, chupa chups de queso, gambas al ajillo y, como aperitivo, llegó una tapa de pisto insuperable. Y ese fue el remate en un local añejo, no en vano la historia adorna en fotos sus paredes con visitantes de otro tiempo con la tradición por la zarzuela que es signo de la casa: los ilustres hijos de Campo de Criptana Luis Cobos y Sara Montiel, José Sacristán y Alfredo Kraus, entre otros, acompañados por el actual dueño del establecimiento y con su padre como anfitrión. Todos posan en el patio antes de que la mitad del edificio fuera adquirido por el Ayuntamiento.

Unos amigos y yo íbamos de viaje y paramos en La Solana para comer. Nos habían recomendado este restaurante y sin duda acertamos. La comida es casera, muy buena. Los productos de calidad, se notaba. Un restaurante familiar en el centro del pueblo. ¡Volveremos!

Directamente ofrece el menú del día que es normalito, poniendo apellido al secreto sin ser ibérico. Lo peor es que deja fumar en el establecimiento sin ni siquiera tener el decoro de preguntar si molesta.