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Contribuisci feedbackEs una lástima que un lugar donde sirven buenas hamburguesas no esté gestionado de manera adecuada. En el restaurante hace frío, y en el baño de mujeres, que además es enorme, ya salen incluso pingüinos. Además, el funcionamiento del inodoro es deficiente y apenas sale agua. Tienen una sala para niños en la entrada que cada vez se aprovecha peor, comenzó siendo un lugar con tizas para pintar en la pared de pizarra y algunas cosas más, pero ahora vimos que es un espacio con varios agujeros grandes en la pared y sin tizas, donde otro grupo de niños amenazó a los nuestros con pegarles si se movían. Una de las camareras, que tal vez era la propietaria, gritó varias veces a los niños porque consideraba que estaban haciendo mucho ruido. Si no quieren tener niños en esa sala, deberían cerrarla o darle otro uso, ya que su estado actual es penoso. Las hamburguesas son deliciosas, por eso es una lástima el mal trato, el ambiente y las condiciones del local. También debo mencionar que las patatas fritas no estaban tan buenas, ya que llegaron arrugadas y medio frías a la mesa. Además, presionan mucho con la comida, preguntando constantemente si vamos a pedir cena, postre, café... da la sensación de que nos quieren echar.
Llegamos y al entrar, notamos que el restaurante no estaba bien acondicionado, con abrigos y teníamos frío. Nos atendió una camarera rubia que nos tomó nota, y nos dimos cuenta de que a todos los clientes les ponían unas aceitunas mientras esperaban su cena, pero a nosotros no. Estuvimos esperando tres cuartos de hora o más, y cuando nos sirvieron los sándwiches, tenían el pan carbonizado y las patatas cuatro salsas eran congeladas y algunas quemadas. Vimos cómo las niñas se levantaron a jugar y la camarera, que nos miró más de una vez con mala cara, prácticamente se apropió de su mesa sin preguntar. Luego nos trajo las botellas de agua a nuestra mesa y empezó a recoger la mesa como haciéndonos notar que si ya habíamos acabado, debíamos irnos. En mi opinión, el lugar no está mal, pero el trato es pésimo y no es profesional. Siendo la hostelería muy importante, el trato con el cliente deja mucho que desear. No lo recomiendo en absoluto.
La atención muy buena y esmerada, nos trajeron la comida muy rápido, junto con la bebida nos trajeron tapas y la variedad y calidad de las hamburguesas gourmet no tienen nada que envidiar a las de otros locales reconocidos de Valladolid. Las hamburguesas de muy buen precio, no incluyen las patatas pero las puedes pedir aparte. Pedimos una rueda de patatas con 4 salsas y estaban buenísimas. Para repetir seguro! Salimos 2 cervezas, 1 Cocacola, tres hamburguesas y una rueda de patatas en unos 27€, es decir, 9€ por cabeza éramos 3 comensales) y quedamos llenos! El local es grande y tienen una sala de juegos infantil.
Estuvimos cenando un viernes por la noche, había una pequeña sala de juegos para niños que, casualmente, el día que fuimos nosotros la luz no funcionaba. La comida tenía una muy buena relación calidad-precio, las hamburguesas estaban deliciosas, los fingers para las niñas eran enormes, y las raciones de patatas con bacon y queso eran de tamaño XXXXL. Pedimos dos raciones de patatas sin salsa para las niñas y la camarera las trajo con salsa. Cuando se lo dijimos, nos respondió: "Ay, ya me di cuenta, pero no pasa nada, ¿verdad?" En mi opinión, si te das cuenta de que has traído mal el pedido, no deberías servirlo o al menos preguntar antes si habría algún problema. Al final, nos cambiaron una de las raciones y decidimos quedarnos con la otra. Un inconveniente de este restaurante es que estaba bastante frío en el interior; varios clientes cenaron con abrigo.
Un restaurante con unas hamburguesas gourmet a un precio increíble! La atención es más que correcta. El local que tiene nueva gerencia desde hace 6 meses tiene una decoración que invita a entrar. Además, si tenéis niños, tienen una zona de juegos!!!! Para mí, en este estilo, el mejor de toda Laguna sin ninguna duda. Hacía falta alago así. Bravo y felicicidades a su dueña que es un encanto.