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Contribuisci feedbackPeculiar y acogedor lugar con un par de pequeñas mesas en la calle y una decoración interior entre vintage y setentera. La atmósfera está relajada, casi como si estuvieras en casa. Vamos a tener lasaña de salmón, lengua de madera y bacalao marcado. todos ricos aunque no para lanzar cohetes. la cosa más curiosa de todos cenar y ver la ropa que se encuentra en el edificio enfrente. Y es que Lynny le da esas cosas al viajero.
Local peculiar y acogedor con un par de pequeñas mesas en la calle y una decoración interior entre vintage y setentera. El ambiente es relajado, casi como si estuvieras en casa. Cenamos lasagna de salmón, lengua al madeira y brandada de bacalaó. Todo rico aunque no para tirar cohetes. Lo más curioso de todo estar cenando y viendo la ropa tendida en el edificio de enfrente... y es que Lisboa regala esas cosas al viajero.