Rio Puron - Llanes

Estuvimos de vacaciones en el camping y una noche bajamos a cenar; nos atendió el camarero de gafas que estaba trabajando en verano. Después de indicarle que mi hija de 4 años es celíaca y preguntarle si podían adaptar algo del menú y si en la cocina usarían utensilios y aceite limpio, tuvo el descaro de asegurarme que toda la carta era 100% libre de gluten y que sabían del tema. Incluso entró en la cocina y salió diciendo que no había problema y que los rebozados eran caseros. Después de esta explicación convincente y sabiendo que los gerentes tienen un restaurante gluten free a 600 metros (he estado y es genial), pedí dos pechugas rebozadas para mi hija. ¿Resultado? INTOXICACIÓN POR GLUTEN. Estuvo 6 horas vomitando entre 8-10 veces por hora, y dos meses después aún seguimos pagando las consecuencias. Al día siguiente bajé y me atendió el otro camarero que estaba, que resulta ser el encargado. Se disculpó y me aseguró que nadie en ese establecimiento tiene conocimientos sobre alergias, intolerancias, etc. Por responsabilidad, él prefiere indicar que no se atienden pedidos, en este caso, sin gluten, porque en la cocina no se toman medidas para evitar la contaminación. Con esta reseña quiero hacer eco de lo irresponsable que puede ser un negocio con tal de ganar dinero. Y también quiero alertar a los gerentes que teniendo otro restaurante al lado con personal debidamente formado, mantengan el del camping tan descuidado de forma tan irresponsable y peligrosa para la salud.

Si le das los buenos días, no hay respuesta, olvídate del gracias, el por favor y el que tenga un buen día. De lo más rancio que me he cruzado. Como le pidas dos cosas seguidas te pone malas caras y refunfuña por dentro. Señor,empiece a ser un poco más agradable y aprenda a tener un poquito de educación. No cuesta nada.

No está mal, para comer está bastante bien. Lo usuamos cuando llegamos, comimos pizza, está no estaba del todo hecha, habria que haberla dejado un poco mas en el horno pero estaba comestible. Otro dia comimos una hamburguesa y bastante bien.

Comida casera, tradicional. El/la cociner@ tiene buena mano en la cocina y eso se nota en la mesa. Menú a un precio muy asequible (11€ siendo fin de semana). También tienen carta con raciones, pizzas, hamburguesas... pero merece la pena el menú. Además, las raciones son muy abundantes y el personal muy agradable.

Por la noche tomamos sidra y el camarero José nos estuvo explicando como tomarla y nos enseño a servirla; una inmersión en la cultura asturiana. Los bocadillos del desayuno muy grandes y buenos. Realmente recomendable. Ambiente muy agradable.