Casa Manolo - Madrid

Mundialmente famoso, por estar enfrente del Congreso de los Diputados que puede que pasen más tiempo en el local deleitándose de sus exquisiteces que dentro de las Cortes... no destaca por la simpatía de sus sirvientes. De tradición centenaria, conviene reservar mesa los fines de semana. Observamos que a los clientes de chaqueta y corbata, presumiblemente políticos, se les da un trato preferente. Además se les invita a una tapa con la bebida, cosa que a nosotros no. Sin embargo, sí destacamos sus croquetas, de las que no solamente leeréis en esta guía sino en múltiples otras, ya que son, sin duda lo mejor del local. Enfrente de su puerta, de corte clásico y castizo, nos encontramos con la Policía Nacional, guardando el recinto del Congreso, y colgando de su luna leemos un recorte del New York Times hablando maravillas del establecimiento Lástima que, repito, los trabajadores de la barra no ofrezcan una sonrisa ¿Será que es martes al mediodía? . El establecimiento, que cuenta con dos comedores y una barra, presenta una decoración clásica de cafetería. Observamos el cartel destacando la especialidad en croquetas, nos sentamos y pedimos una ración de esas suculentas porciones de manjar y dos coca-colas. La camarera que nos atiende es simpática, el servicio es rápido, y las cuatro croquetas que componen una ración son grandes y fuertes. Un crujiente adictivo y potente con una perfecta cremosidad en su punto exacto de sal. Hechas con doble rebozado de pan rallado y huevo. Además de sus famosas croquetas, también podréis disfrutar de chipirones rellenos, tortilla y lengua estofada. Además, los lavabos son bonitos y están limpios. En definitiva, nos vamos satisfechos del local. 4 croquetas de jamón, 2 coca-colas 350 ml. por 9,60€ Horario: 13:00h a16:00h y de 20:00h a 23:30h. Cierra Domingo y Lunes por la noche.

Unas buenas croquetas en el centro de Madrid , con una buena caña tirada, en un lugar acogedor. Atención profesional y un buen lugar cerca de museos, puerta del Sol, .... Para volver seguro!!!!!!!!!!!!

En la cosmopolita ciudad de Madrid vale la pena destacar la tradicional y típica Taberna de finales del siglo XIX. Una vez aquí nos sentiremos transportados a tiempos pasados, con emociones y sensaciones únicas. Si de comer se trata, entonces no podemos dejar de degustar los sabrosos desayunos, como así también almuerzos con deliciosos platos tradicionales.

Comida casera, menú o carta, bien ubicado cerca del centro.

Hay veces que la quinta estrella le da una experiencia subjetiva pero redonda, y no había estado en un lugar tan real durante mucho tiempo, en mi opinión. y el guía lo dio cuando vi la cara gratificante del camarero amable cuando le pregunté al segundo (chaqueta de carne al jardinero). Era para ver en su cara: chico, vas a acariciarlo con este plato. y eso es correcto. vino perfecto, y patatas fritas caseras. La primera ensalada de tomate, que siempre creo que es fácil de hacer diez, porque pocos lo consiguen, y aquí, lo hacen, sin que la cosa vaya más allá de lo que es. En resumen, podría extenderme pero lo esencial, que será uno de mis restaurantes para repetir cuando vuelva a Madrid. Muchas gracias por mantenerte fiel a tu estilo y tradición. ¡Necesitamos este tipo de restaurantes!