Bar Restaurante El Serranito

No suelo poner opinión nunca pero me veo en la obligación para ayudar al resto d usuarios. Este sitio es asqueroso por no poner otro calificativo. El primero ya iba augurando en el menú q te metías q para ser a 15€ era muy pero muy justo, el segundo la carne con olor a sobaco y sabor a rancio te dejaba la sensación de estar comiendo comida de las bandejas q tiran en el super, que posteriormente han recibido y servido en tu plato. Lo único decente el vino peleón de la casa. Cómo dije al inicio. No ir .

Hemos estado hoy, ya no se llama el serranito sino el rincon del olmo,pero el menu del dia 12 euros,para mi caro,una ensalada con lechuga,tomate y unas aceitunas,segundo un solomillo con manzana , no se donde estaba la manzan,adornado el plato kepchup.un detalle hemos pedido cervezas y resulta que el menu era vino y gaseosa,que no me han puesto, al final 14 euros ,carisimo

El peor sitio en el que he estado en toda mi vida. Sirven la carne podrida. Pedimos un churrasco y nos trajeron un filete más duro que una piedra y con un olor extraño. Le dije al camarero, primero que eso no era churrasco y segundo que olía raro así que nos dieron la opción de cambiarlo. Pedimos en su lugar unas chuletas de cordero, éstas olían aún peor que el primer filete. Probé un trozo y se ve que para disimular que la carne está podrida le echan 2 kilos de sal, así que además de oler mal , sabían mal y estaban saladas. Al final decidimos pedir un postre porque no habíamos comido nada así que pedimos arroz con leche casero y cuál fue nuestra sorpresa cuando lo probamos que sabía completamente a quemado. Asqueroso no, lo siguiente. En fin, que salimos de allí casi discutiendo con los que nos atendieron, que por cierto, nos dieron un trato pésimo. Y desde luego no fuimos las únicas que nos marchamos sin comer y desencantadas. En otras reseñas que he dejado los del bar dicen que fui mal educada y que quería comer gratis, ja. Después de irnos y encima sin comer les pagué los menús, cosa que si me hubiera pasado hoy además de no pagar había llamado a sanidad.

Para empezar, tardaron 15 minutos en pasarnos a la sala. Cuando por fin nos dan mesa, tardan otros 20 minutos en tomarnos nota de la comida. Llamamos al camarero en un ocasión, pero siguió a lo suyo y se olvidó de nosotros. Este, que era el único que parecía trabajar, se daba carreras a lo tonto porque no sabía a qué mesa correspondían los platos que le sacaban de cocina. Pedimos tres raciones de carta: Ensalada de frutos del bosque: 12 €. Incluye mezclum de bolsa, tres rebanadas de pan con mermelada de un fruto rojo inespecífico, queso de cabra, queso fresco y aceitunas. Patatas bravas: 8 €. Incluye trozos minúsculos de patata, requemados, bañados en aceite y salpicados con salsa brava de bote. Calamares: 12 €. Rebozados con una costra de harina. Sólo los salva el limón. Desde luego, es un insulto pagar esos precios por semejante calidad, pero es que encima quisieron cobrarnos de más, 14 por la ensalada y 9 por las patatas. Nos entregaron la cuenta escrita a mano en un comandero. En cuanto al lugar, es un sitio pequeño, caótico y bullicioso que no invita a la tranquilidad. El griterío era insoportable y las mesas estaban amontonadas en un claro intento de sacar máxima rentabilidad a un espacio difícil. Algunos platos iban acompañados de patatas fritas de bolsa y la vajilla y los manteles eran de antro de mala muerte.

Comimos a Menu del día, correcto por el importe que es 12€ El servicio muy correcto y los productos bien cocinados, por poner una pega los garbanzos con setas un poco duros pero nada más. Un sitio más que recomendable para comer sin tirar la casa por la ventana. Yo volvería.