Casa Pendas - Narón

Estuvimos comiendo en Casa Pendás el fin de semana y estaban todas las mesas reservadas, no me extraña, la comida es fantástica, mi familia nos felicitó porque todo estaba de 10. Y los dos camareros que tienen muy profesionales, hoy en dia se valora mucho eso.

No nos sentimos cómodos en ningún momento. El restaurante está muy apartado y es extremadamente difícil llegar a él. El mapa que viene en la tarjeta no sirve para orientarse. Una vez allí, fueron muy lentos en servirnos. Los platos son buenos pero bastante escasos. Destacaría la carta de vinos y el postre. Otro inconveniente que veo son las barreras arquitectónicas que existen: tienes que subir unas escaleras para el comedor superior o bajar 4-5 escalones para el inferior. Solo hay dos mesas en una chimenea para las que no es necesario subir ni bajar. Esto fue un serio problema para nosotros, ya que llevábamos a una persona mayor.

La experiencia fue bastante mediocre. Fuimos un sábado y encontramos mesas disponibles sin necesidad de reservar. Encontré los precios un poco altos y la falta de detalles con los clientes. La atención fue buena, pero no valió la pena el viaje hasta allí.

La Casa Pendás fue una pesadilla para nosotros. Lo que debió haber sido una velada agradable se convirtió en un suplicio. No había nadie en el restaurante y se suponía que el servicio sería casi exclusivo. No fue así. El pan no era fresco, los platos llegaron casi fríos. Expresamos nuestras quejas a la camarera y ni siquiera se inmutó. Pagamos nuestra cuenta religiosamente y nos fuimos. Lamentablemente, no volveremos a repetir la experiencia.

We were eating at home on the weekend and there were all the tables reserved, not surprising, the food is fantastic, my family congratulated us because it was all 10. and the two waiters that have very professional, today is very valued.