La Posada Ducal - Penaranda de Duero

Ensalada de pimientos con atún simplona, malona, escasa de bonito. Sepia buena pero pagas chipirones (1€ más que el ofertado Sorpresa del menú (precio según mercado Hoy codornices escabechadas-estofadas llega un guiso normalito de codornices y takatá (23,90€ Lo mejor el postre, también takatá (4,50€ cada uno En resumen, relación calidad precio pésima. Perder para aprender. Con no volver lo arreglamos.

Comimos el 22 de marzo, viernes, y ni siquiera estaba abierto el restaurante por lo que tuvimos que comer en el bar que tiene 3 mesas. Hacía frío y no nos pudimos quitar ni el abrigo.La carta que nos dieron era la de la terraza con 10-12 platos, no la del restaurante.Pedimos como entrantes croquetas y morcilla, ambos estaban bien. como plato principal pedimos pimientos asados con bonito y hojaldre relleno de verduras (este último como recomendación de la camarera). Los pimientos asados estaban totalmente pasados y babosos y no tenían bonito, solo dos trocitos de caballa. El hojaldre no era tal, sino una especie de masa y el relleno no eran verduras sino una especie de puré con sabor indefinido y nada bueno.De postre, un flan, según la camarera casero, pero que no era tal. ¿El precio? 55,40 €. ¡Un robo para lo mala que estaba la comida! El dueño muy pesado y desagradable, opinando que los pimientos no eran un plato principal (yo creo que cada cual come lo que le apetece). El local desapacible y los baños viejos, sucios y malolientes. NO VOLVEREMOS NI LO RECOMENDAREMOS.

Fuimos a comer lechazo que resultó estar muy rico pero al querer pedir sólo lechazo y ensalada (no queríamos comer más) el dueño nos dijo que la política de la casa no le permitía servir eso sólo si no pediamos tambíen un entrante; en ese momento nos quedamos bastante cortados porque de toda la vida el que paga decide lo que come, que yo sepa; pero por otro lado, nos invitó a una tapa de lentejas que estaban muy ricas; de ahí nuestra opinión dividida, la comida rica, la atención pasa a ser demasiado extrema (habla demasiado) y exige pedir a los clientes cosas aunque no quieran (pedimos unas croquetas que estaban bien)

Tras un cartel en la puerta de los mejores camareros no hay más que un dueño super pesado, que nos hechó bronca por sacarnos unas cervezas mientras esperábamos mesa en la terraza. Si que nos dieron una pequeña carta de tapas. Un tomate, unos huevos con morcilla y chorizo... Todo aceitoso y nada especialmente bueno, ni el tomate. No nos gustó nada, ni el trato, ni la comida, ni los baños... Pudimos pagar con tarjeta. No volvería

Fuimos a tomar un cafe y chupito a la terraza y entre al servicio de hombres y en uno de los urinarios de pared en el del fondo concretamente) pulse el boton para echar el agua despues de miccionar.Empezo a salir agua abundante no tragando el agua el mismo. Encima que se lo dje al dueño estuvo despotricando contra mi..Que si pulsamos fuerte..Que si luego dicen de los politicos..Me comento que habia ocurrido mas veces y que a e a el no le pasaba.Le comente que lo arreglara o que pusiera un cartel de no usar.Creo que un cliente no se merece este trato.El camarero muy correcto Vimos la carta del restaurante y nos parecio batante caro.Creo que un cliente no se merece un trato despectivo No lo recomendaria