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Contribuisci feedbackBastanta escueta, no se si ha cambiado de dueño, pero nada que ver con hace tiempo. Croquetas caseras que estaban frías por dentro, las tortillitas de gambas sin freir bien.
Comida fastidiada. No teníanlos precios a la vista, un trozo pequeño pez de espada 15 euros, 4 chipirones en media razón 15 euros, 16 euros 4 trocitos de merluza, preguntamos y encima con mala educación. Un robo no volvemos mal. El ticket escrito a mano. Pagamos pero no volvemos mas.
Fuimos a comer dos parejas, y lo primero que nos sorprendió que en época de covid no tuviesen código QR para la carta (tampoco la tenían en papel), el encargado/dueño iba diciendo los platos sin decir el precio de nada. Cuando empezaron a llegar los platos vimos muy poca cantidad e incluso le preguntamos al camarero si los platos eran raciones seguro porque eran demasiado pequeños, pues al final pusieron el broche de oro con una ración de calamares a la plancha (en teoría plato estrella dijo el dueño, pues estrellado irá él mismo con ese plato) que venían 4 chipirones/puntillitas de 6-7 cm de largo en una fuente enorme, pero claro la cerámica no se come. La sorpresa de todo esta por llegar con la cuenta, precios abusivos, una ración de huevos de chocos con 6 huevitos a 16€, media de atún con 3 trozos a 7€, … y la sorpresa mayor fueron los 4 mini chipirones a 15€. Después de ver la cuenta llamamos al encargado/dueño para comentarle los precios abusivos y jamás había visto una persona con tan poca vergüenza y con tan poca educación trabajando de cara al público, soltando perlas del tipo: ' 'Carlos, cóbrales lo que pone ahí que los precios son los que son, vamos hombre ' ', ' 'Los precios son los mismos desde el 2008 niño, esto es lo que hay ' '(los mismos precios que no nos dijo y era su obligación), … un sinfín de chulerías por su parte sin pedir perdón en ningún momento y con una actitud nula para dicho trabajo. En mi vida volveré a un sitio así y ojalá más gente lo hiciera al leer esta opinión, que hay muchísimos sitios buenos en esta parte de Huelva para acabar aquí robado y comiendo mal.
No tienen carta para ver los platos y precios. Las raciones de comida son muy muy pequeñas y cuando nos llegó la cuenta vino la sorpresa… creo que en pocos bares hemos pagado tanto por tan poca comida, nos hemos quedado con hambre. Pongo el ejemplo de UNA RACIÓN de calamares que de tamaño no llegaban ni al de un chipiron en la que venían 4!! Precio: 16€ Por otro lado el camarero/encargado/dueño, no sabemos qué era, no tiene educación ni sabe tratar con el público. SIN DUDA UN LUGAR PARA NO VOLVER!!
Todo genial, la comida salió muy rápida y buenísima y la atención excelente, primeras calidades. recomendado al 100