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Contribuisci feedbackPaseando por el pequeño pueblo de St. Iscle me encontré con este restaurante, que podría considerarse como un lugar bastante peculiar, y decidí tomar un aperitivo. Fui atendido por una de las propietarias de forma excelente, quien me mostró el comedor interior con muebles antiguos, libros, piano, objetos diversos, etc., y la encantadora terraza exterior con cada silla y mesa siendo únicas. En realidad se especializan en la venta de ahumados de alta calidad, elaborados por la otra propietaria igual de encantadora. Es un lugar diferente y especial para personas especiales que saben valorar la diferencia. Se puede disfrutar desde un aperitivo hasta una cena informal con creativas tostadas e imaginativas tapas. Vive la diferencia.