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Contribuisci feedbackImpeccable cooking quality. service more than friendly
Ayer fuimos a Banys Lluís, el que está en el port nautic, tocando a la estación del tren, porque el de la playa de la morera está cerrado definitivamente. Cuando llamamos para reservar, ya nos avisaron que el de la playa de la morera lo habían cerrado y que teníamos que ir al otro y que era igual que el de siempre. Bueno, pues, hubo una serie de errores en cadena que hicieron que no volvamos más. Cuando llegamos, nos esperamos en la entrada hasta que viniera alguien a recibirnos. Pasaron 5 personas diferentes y nadie nos preguntó. Tras haber esperado más de 15 minutos, entramos y avisamos de que teníamos reserva y entonces nos dijeron que nos preparaban la mesa y nos avisaban para sentarnos. Mientras esperábamos me di cuenta de lo poco cuidado que está el local, no se ve ni limpio y vimos como un señor entró detrás de la barra suponemos que será alguien de la casa sin camiseta y sin mascarilla. Nos sentamos y pedimos las bebidas y la comida. La comida estaba muy buena, la verdad, pero el servicio deja mucho que desear. En el momento del pago, nos preguntan si traen el datáfono a la mesa y dijimos que no porque íbamos a pagar en efectivo. Traen la cuenta, pagamos y esperamos a que nos traigan el cambio. Esperamos unos 15 minutos, y viene un camarero y nos pregunta si nos falta alguna cosa , a lo que le respondimos, que estábamos esperando el cambio porque habíamos pagado hacía un buen rato ya... Pues cual fue nuestra sorpresa, que no sólo no nos habían traído el cambio, sino que directamente lo habían puesto en el bote de la propina y vimos perfectamente cuando el chico fue a reclamar nuestro cambio como tuvieron que sacar el dinero de nuestro cambio del bote de propina y volvieron a sacar el ticket. Pedimos la cuenta a las 16.15 y nos traían el cambio después de reclamarlo a las 16.41h porque lo vimos en el ticket. Me da pena que con el servicio que han tenido siempre en el restaurante de La Punta, digan que este sitio es igual, lo siento, pero no, no tiene nada que ver, solo el nombre y yo lo desvincularía para no cargarme el prestigio de 100 años de trabajo y sacrificio.
Habíamos reservado mesa para 6 en el restaurante Banys Lluís, pero nos llamaron unos días antes informando que les habían cerrado el local por falta de documentación, así que nos dirigieron a éste, que no conocíamos y que dista a unos 10 minutos andando. La mayoría de las mesas las tienen en terraza, con buena separación, pero hacía muchísima calor y no había ningún ventilador o sistema que hiciera más agradable estar sentado allá. Los entrantes correctos y el arroz nos lo sirvieron pasado, una pena la verdad; aparte tardaron unos 45 minutos en preguntarnos si queríamos postre o tomar algo, que sí que quisimos porque hacen bien el café escocés. Esta ubicación, aunque está delante del club náutico, no me convence (bastante abarrotado, con la máquina para mover barcas que hace olor cada vez que se pone en marcha).
El local está situado a pie de playa con acceso directo, lo cual le da un encanto especial. Tiene una carta de menú donde se pueden escoger 4 o 5 platos de primero y de segundo. Se trata de un restaurante familiar donde Kim es alma mater del establecimiento. La comida está hecha al momento y muy bien cocinada, destacando los arroces, que es su plato estrella. El precio dado el entorno y la calidad es muy aceptable. El único pero que tuvimos fue que al ser un grupo numeroso, tardaron mas de lo esperado en servirnos los platos. Deberían mejorar en este apartado. En definitiva muy recomendable y muy agradable.
A pie de playa, con unas geniales vistas y una estupenda comida. Relación calidad-precio muy buena. Muy recomendable su paella y su arroz negro, excelentes platos combinados para los más peques. Y si es temporada de fresas, no dudes en pedirlas de postre, las mejores del Maresme!