Trattoria La Marina

Las pizzas y el trato fueron buenos, aunque tuvimos que esperar. La relación calidad-precio de las pizzas está bien, pero me sorprendió que nos cobraran el aceite picante, algo que nunca me había pasado antes a pesar de haber comido pizzas en muchos lugares del mundo. También me decepcionó que nos cobraran los chupitos a pesar de la larga espera. El ambiente en la Marina en general es muy agradable y se disfruta mucho.

Fuimos por probar para cenar y salimos encantados. Las pizzas estaban buenísimas y se notaba que habían sido elaboradas con ingredientes de calidad. Además, tanto la amabilidad de los camareros como las vistas al puerto crearon un ambiente muy agradable. Recomiendo que prueben su tiramisú.

Pedimos pizzas sin gluten para llevar. El servicio fue rápido. Las pizzas son muy pequeñas y caras, pero al menos pudimos ofrecerle Pizza a nuestra niña celíaca. Se agradece que tengan la opción sin gluten.

Al entrar, la música estaba tan alta que parecía una discoteca. Nos sentamos y no había ningún protocolo de Covid, sin gel, las mascarillas mal colocadas, el personal fumando en la entrada, etc. Luego pedimos un calzone, comenzamos a oler a quemado y resulta que abrieron todas las puertas y adivinen qué se quemó? Nuestro calzone. Le dije al camarero que no lo queríamos así y me dijo "¿no te gusta así?". Después de 5 minutos, nos trajeron otro, que resultó ser el mismo... empezamos a comer lo poco que pudimos y descubrimos que los ingredientes no coincidían con la carta. Se lo comentamos a otra camarera y nos dijo que había dos tipos de calzone (mentira, en la carta solo aparecía uno). Luego trajeron un postre, les dijimos que no habíamos pedido postre y otro camarero nos dijo "Ah, ¿no?". Después de eso, nos dijo que el postre era un regalo de la casa... le dijimos que no queríamos postre y la cuenta. Y como si no tuviéramos suficiente, la cuenta llegó con precios que no tenían nada que ver con la carta. No lo recomiendo en absoluto, fue una completa decepción y definitivamente no volveremos.

Fuimos en las fiestas lustrales y tenía muy buena pinta. Al pedir mesa en la barra, el camarero nos dice que busquemos nosotros la mesa!!! Al encontrar la mesa, pedimos 2 sillas que faltan a la camarera, y nos dice que las busquemos nosotros!!! Horrible