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Contribuisci feedbackComo cliente del Rincón del Pan en la calle Méndez Muñes de Santa Cruz de Tenerife, es de una calidad excelente tanto en lo servido como la amabilidad de las personas que trabajan en dicho local, pero disiento, en la música que tienen puesta como hilo musical, siendo molesta, con una música mas acorde al ambiente se podría pasar mejor el aperitivo
No suelo comentar a los sitios que voy y teniendo en cuenta que visito lugares a diario,esto es una escepcion.Ojalá esto llegue al propietario del establecimiento y tenga constancia de el mal trato que tienen sus dependientas hacia sus clientes.Vengo desde las palmas y el primer sitio que he visitado a sido este.Me siento mal me han desanimado era como si tuvieran algún problema anterior con nosotras pero lo que no entiendo que fueses las 3 dependientas que se pusieran a hablar entre ellas sin cortarse que pusieran malas caras como si estuvieras en un recreo de instituto.Mi compañera pide mahonesa y no tienen le ofrece pan tumaca y se lo pone se le olvida cobrarselo cosa que no le dijeron que tenia un precio adicional y cuando me fue a cobrar a mi que es una cuenta aparte sin previo aviso me fue a cobrar eso a mi.Ojalá no hubiera entrado nunca
De verdad da tristeza que cada día ofrezcan comida de tan baja calidad pan sí es que a. Eso se le puede llamar pan con las peores masas y rellenos que solo te dejan mala sensación en el estómago , no volveré jamás.
Lamentablemente no es la primera vez que constato la mala atención (por no decir grosería) del personal de este establecimiento...se que un mal día lo puede tener cualquiera pero cuando esta actitud se repite es sólo mala educación. Me sorprende bastante porque suelo ir con regularidad al de la calle La Rosa donde las chicas son muy amables como lo son también en el de la calle Valentín Sanz. Obviamente no volveremos más a esta sucursal.
Nefasto, pésimo y de muy poca altura y calidad el trato que se “reparte” por la “encargada” de los fin de semana y sus “secuaces”. Todo tirado, formación en hostelería “0”, y discrecionalidad absoluta en la preparación de los menús previamente diseñados por la empresa. Ejemplo: que el menú rincón lleva 4 rodajas de pan, la dependienta considera que son lo suficiente grandes y decide, unilateralmente, poner 2. Lo dicho, una pena.