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Contribuisci feedbackFuimos a desayunar, somos clientes del lugar, el servicio es una gran área de oportunidad, nuestro servicio tardó 50 min aproximadamente, no se siente la presencia de ningún supervisor, el café llegó frío, la comida muy bien aún que llegaron primero los platillos y después los cubiertos!!
Un trago en el bar está súper. El gin de frutos rojos y el gin de toronja con pepino están increíbles.
El restaurante es un rincón gastronómico que despierta los sentidos. dotado de un encanto visual, me envolvió con su ambiente agradable y su cuidada decoración. Cada rincón parece pensado para crear una experiencia única. La oferta culinaria no decepcionó. Los sabores exquisitos de la comida hicieron las delicias de mi paladar. Cada plato, una obra maestra en presentación y sabor, reflejaba la dedicación del chef. No obstante, la paciencia se tornó una virtud al enfrentarme a las prolongadas esperas, incluso para simples pedidos de cerveza. Esta demora, aunque no eclipsó por completo la experiencia, dejó un rastro de insatisfacción. La cereza en el pastel fue la música en vivo, que añadió un toque vibrante a la velada. La elección de artistas y el ambiente musical complementaron perfectamente la atmósfera del lugar. Sin embargo, la armonía se vio empañada por un incidente desafortunado. Un mesero, a pesar de haber recibido propina, solicitó más, argumentando deducciones salariales. Este inusual pedido dejó un sabor amargo y deslució la atención al cliente. A pesar de este incidente, el restaurante sigue siendo una opción atractiva para quienes buscan una experiencia gastronómica única. La belleza del lugar, la delicia de sus platos y la magia de la música en vivo son elementos que podrían eclipsar este desliz. Sin embargo, queda el recordatorio de que la perfección, a veces, está en los detalles.
Es un lugar muy lindo, con buen ambiente para comer y pasar un rato agradable, el problema es que el mesero nos presionó a dar propina diciendo que si no le dábamos le descontaban el 1.5% de su sueldo, no sé si es verdad o es falso, pero nos impresionó mucho que esto pasara en un lugar así. El mesero se llamaba Cristian.
Lugar muy ameno y porciones súper considerables Sazón delicioso (pedimos cóctel de pescado, camarones y sushi), sin duda alguna recomendaría el sushi! Ideal para ir en ambiente familiar y/o con amigos