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Recensioni
Contribuisci feedbackNos lo recomendo un amigo, fuimos a comer en familia con Anova nuestra labrador. Comida buenisima , todo nos gusto mucho ,restaurante bien ubicado , si buscas desconectar , buenos paseos , perderte en la montaña ... y alejarte del tocho de la ciudad este es tu sitio, volveremos !!
Acudimos a este restaurante por recomendación de un amigo (que también asistió a la comida). Dos cosas a resaltar antes de entrar en detalles culinarios son el trato recibido por parte de la dueña, muy cercano y agradable, y sin duda el precioso paraje de postal donde se encuentra el restaurante. Respecto a la comida, pedimos 2 chuletones de 1,5kg (cada uno) de ternera de Gerona, surtido de embutidos, caracoles a la llauna, pan tostado y alioli, entre otras cosas de las cuales no opinaré ya que yo no comí. Los chuletones los sirven sellados y con piedra caliente, personalmente a mí me vale el punto de la carne sellada y no precisé de pasarlos por la piedra, el grado de infiltración de grasa, la textura y el sabor es aceptable y acorde al precio/peso de la carne, el surtido de embutidos también nos dejó satisfechos de igual forma que el pan tostado y el alioli, el único punto negativo fueron los caracoles a la llauna, algo insípidos y se deshacían muy fácilmente ¿demasiado hechos?, creo que se podrían condimentar de manera más sabrosa y darles un mejor toque de cocción. En general todos salimos muy satisfechos con el trato, el lugar y la comida, volveremos.
Hicimos una excursión de amigos por la mañana y decidimos parar a desayunar en el restaurante .Un amigo traia a su perro,no debe ser problema cuando en la terraza tienen 2 perros sueltos campando a sus aires, por este motivo nos alejaron del centro, estando muy separadas las mesas por tema COVID.Hasta aquí podría entenderlo a medias, pero bueno.La sorpresa fue el trato del que pensamos que era el dueño, un hombre de una cierta edad que demostró claramente la poca educación al hablarnos mal y tirar las sillas a empujones para prepararnos la mesa.Hasta el punto de meterse en nuestra conversación privada para intentar justificar sus pocas ganas de hacer las cosas bien. El desayuno la verdad muy mediocre,nada a resaltar. Al pedir la cuenta nos indica una chica que hay que ir a un pequeño mostrador donde te cobran, sin saber que mesa es, cuántos somos y sin habernos dado tiquet desglosado de las consumiciones. Al llegar nuestro turno me dirijo a pagar lo que me toca, mi desayuno ,el de mi mujer y mi hija.Y me sorprende el trato de la dueña al hablarme de una forma pésima, cuando le digo que ne cobre lo de los 3, cuando me dice que lo hace todo juntos y que nos apañemos. Obviamente le recrimino que no tenemos porque pagar a partes iguales porque ella no tenga ganas de usar la calculadora y empieza a chillarme. Al final, una amiga se dispuso a pagar todo y luego tuvimos que hacer medias y pagar todos por igual porque la SEÑORA no tenía ganas de trabajar de más .En ningún momento nos dijeron que no separaban cuentas, en ningún momento nos dieron tiquet con lo consumido pues si hubiera sido así hubiéramos llevado ya el dinero justo, apañandolo en la mesa. Y por supuesto que volveré hacer esa excursión, pero tengo clarisimo que me llevaré un bocadillo de tortilla y me lo comeré en una sombra .Pena del servicio, porque el sitio es muy bonito.
Estuvimos comiendo con la familia este fin de semana y la verdad es que salimos encantados los tomates de su huerto la carne de Girona buenísima se desacia en la boca ... y los postres pedí unos nísperos rellenos de crema buenísimos volveremos y se lo recomendaré a todos mis conocidos ! Salimos todos muy contentos incluso mi cuñado ...
Realmente es un lugar peculiar enmarcado en un excelente paraje natural, muy bien explotado por un personal joven, el producto es bueno y bien trabajado en la barbacoa, buenos precios y servicio, nuestra experiencia fue de desayuno de tenedor. Quizás le faltaría un punto de simpatía a la señora que regenta el negocio y así a la par se contagiara al resto del personal.