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Contribuisci feedbackEste lugar es algo verdaderamente especial, se aleja de los típicos chocolates artesanales que se encuentran en los pueblos. Aquí han llevado la experiencia a otro nivel, creando verdaderas bellezas y delicias. Se sitúa justo encima del Banco de Venezuela en la aldea de la Colonia Tovar; es muy fácil de encontrar, ya que solo hay un banco con ese nombre en el pueblo. Su dueño abrió este establecimiento hace unos siete años, cuando decidió que su pasión era hacer chocolates. Comenzó a buscar recetas en línea y a experimentarlas. Se apasionó tanto por el tema que decidió estudiar en Argentina y, por supuesto, todas esas horas de aprendizaje se reflejan en los productos de la tienda, ya que los chocolates brillan como deberían. Al probarlos, se comprueba su calidad; son crujientes y el chocolate tiene la combinación perfecta que no opaca el cacao, pero que también se siente en la boca. Tienen sabores como fresa, cereza, mora y parchita, así como excentricidades como el típico pastel alemán "bosque negro", brownie, y combinaciones de pimienta picante. Además, elaboran verdaderas obras de arte en chocolate que solo provocan admiración: zapatos de princesa, juegos de ajedrez, osos, tazas y cualquier pieza que se encuentre en la imaginación del chocolate. Fotos: Raymar Velásquez.