Patagonia - Valladolid

Un restaurante perfecto para un ganso, muy delicioso y económico. el sitio es muy acogedor con unas cuantas distancias entre las mesas para mantener la privacidad; la atención de los camareros fue excelente explicando cada plato y aconsejando su manera de comerlo; la comida exquisita, carnes en su punto y la cantidad es el ideal para no quedarse hambriento; el precio de 15€ el menú en el centro es perfecto. se permite el pago con tarjeta y sería necesario reservar mesa. un lugar para tener en cuenta si sigue este nivel!

Estábamos cenando con algunos amigos y fue una muy buena experiencia. la empnadilla y las croquetas que riquisimos y originales. las carnes correctas. a medida que mejora se quitaría el guacamole de la costilla de cerdo, no cola y dejar sólo el helado de limón, que es espectacular. postres muy elaborados y ricos. en general, buen servicio y buena comida.

Estuve hace unos días en un bar pero lo que me sorprendió fue el comedor. Hemos comido la carta y muy satisfecho con todo. la presentación muy cuidadosa, las carnes de muy buen gusto y con muy buen punto de cocina. los huevos a la tortita con muy buena trufa. Las raciones de pocos, como he leído en algún comentario, nada. de postre, tomé la leche dulce con queso y espectacular, y que no soy muy dulce.

Lugar muy acogedor con una decoración muy exitosa. Puedes ir a morder algo en un bar, con las mejores cervezas de barril como mi recomendación, o puedes elegir el comedor que recomiendo reservar para que no te quedes fuera de lugar. toda la comida está muy bien preparada con diferentes toques. el trato del espléndido personal.

Restaurante diferente en un entorno con bastante competencia. Ambientación original y acogedora. Servicio rápido, atento y profesional. La camarera describe cada plato con precisión y corrección, sin recrearse en exceso como sucede en otros establecimientos. En nuestra primera visita hemos probado su propuesta de menú del día: variado, muy bien presentado y abundante cantidad. En alguna reseña se critica el pequeño tamaño de las botellas de agua o de las copas de vino incluidas pero por un precio de 15 €, en pleno centro de la ciudad, es más que razonable. Pedimos más agua y más vino y al final, con un café, salimos a 18 € por persona, con lo que la relación calidad-precio es extraordinaria. Estamos deseando volver para probar las atrayentes opciones que pudimos ver en la carta.