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Contribuisci feedbackTried to stay at the Hostal Montana because the albergue was closed. The unhelpful man on reception couldn’t even work out if he had any vacant rooms. We then spent an hour trying to locate rooms that had heating (most didn’t). Breakfast was OK but expensive. Overall- grossly overpriced and very poor service and accommodation- please avoid this place if you can.
En el puente villarente ,cerca de Leon,buen ambiente,camarera muy agradable,la verdad,buenas tapas y al lado de un río y de sitios bonitos para pasear. Buenas tapas también. Recomendable si se quiere hacer una parada fuera de Leon
Hoy comimos el menú del dia 25,50 ,yo carpacio de solomillo y la mujer brandada de bacalao con ali olí,de segundo entrecot de vaca con guarnicion y lechazo asado,postre crema de limon ,decir que tenía 4 primeros y 4 segundos a elegir y todos tenían buena pinta,también decir que en el menú entra el café,.La comida ha estado muy bien calidad precio,si decir que el entrecot de vaca no era ,era de ternera pero estaba tierno y con buen sabor,repetiremos
El menú durante los dias laborales es un poco elevado de precio, el fín de semana aumenta nueve euros por el mismo producto pero día festivo, la comida es aceptable, si puedes prescindir de Sabados y Domingo's, podemos recomendarte este sitio, NOTA: Estate seguro de que te hacen una orden por escrito, puede que tengas que repetir lo que comistes varias veces a la hora de pagar, despiste general. Los aseos altamente deficientes, estoy dice mucho del lugar en fín de semana, no quiero imaginarmelo un día de faena.
Tras 33 km de Camino desde Bercianos del Real Camino, una merecidísima y reparadora ducha en el albergue San Pelayo, pregunté dónde podía almorzar y me recomendaron este restaurante, probablemente por ser el único en la zona. Por 13,5€ me ofertaron un menú poco apetecible de cuatro primeros y cuatro segundos. Opté por un salmorejo que resultó ser un gazpacho muy malo (espero que ningún cordobés sufra una experiencia tan traumatizante), una pechuga a la plancha a la que metieron una loncha de jamón y otra de queso, y el postre. Mi postre favorito es el tiramisú y cuando me lo ofertaron no lo dudé. Me trajeron un pedazo de bizcocho mojado en café cubierto por una crema de queso que se agarró a mis arterias más fuerte que un allien. Cada vez que respiro la sigo notando...vamos, un auténtico sacrilegio. Lo único positivo, la cerveza mahou 0,0 tostada era de 33 cl, no esa mezquindad de un quinto que te ponen en muchos bares para que pidas tres y te sablearte a gusto.