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Contribuisci feedbackUna vez en el Cuzco (a 3,300 metros sobre el nivel del mar, donde por lo general se quedará por unos días para acostumbrarse a la altitud), fui a almorzar en la Patata Pacha, ubicada en el agradable barrio de San Blas. El restaurante está cerca de un patio interior, donde también hay mesas al aire libre, pero lo más destacado es el horno de madera, una extraordinaria estructura muy antigua que se ve muy bien. Cada día asistí a la cocina de mi mullet, que estaba tumbada en una cepa (azul) e insertada en la cara del horno al lado del fuego. Toda la preparación fue como una liturgia que se repite cada vez. Muy recomendable para visitar, no deje de ir.
La variedad de restaurantes en Cusco es extensa, y no es en vano que tantos viajeros visiten esta ciudad. Hay opciones para todos los presupuestos, y este restaurante en particular se encuentra en un rango medio en términos de precios. Es un lugar encantador donde se puede disfrutar de una comida en el patio durante el día y una cena bajo techo por la noche. La comida es deliciosa y está bien presentada, y el personal es muy profesional. Sin duda, una velada para recordar y recomendar.
Una vez en el Cuzco (3.300 metros sobre el nivel del mar), donde por lo general uno se queda unos días para acostumbrarse a la altitud, fui a almorzar a Pacha Papa, ubicado en el encantador barrio de San Blas. El restaurante está situado alrededor de un patio interior, donde también hay mesas para exteriores, pero lo más destacado es un horno de leña que es una extraordinaria estructura muy antigua que llama mucho la atención. Cada día que fui, vi cómo cocinaban mi plato principal, un cuy, que estaba acostado en una bandeja de arcilla y metido boca abajo en el horno junto al fuego. Todo el proceso era como una liturgia que se repetía una y otra vez. Muy recomendado visitar, no te lo puedes perder.
La variedad gastronómica en Cusco es muy extensa, por algo tantos viajeros llegan a esta ciudad. Hay opciones para todo tipo de presupuestos, y este restaurante estaría en un rango medio. Además de ser un lugar encantador donde se puede almorzar en el patio durante el día y cenar bajo techo por la noche, la comida es deliciosa y bien presentada, y el personal es muy profesional. Una velada a la luz de las velas, sin duda, para recordar y recomendar.
Anoche cené en este restaurante y fue una experiencia inolvidable, la comida estaba deliciosa y muy abundante, cocinada a la parrilla. Recomiendo el cordero a todos los visitantes de Cuzco.