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Recensioni
Contribuisci feedbackSandwiches elaborados que llenan bastante, raciones y platos fuera de carta muy buenos. Los chipirones con parmesano, los mejillones thai.. en general todo bastante bien. Hay muy buen ambiente y el servicio es bastante agradable. Quizás un pelín elevado de precio pero merece la pena. Volveremos!
El nombre del establecimiento invita a entrar para probar sus especialidades, que no son las que figuran en la carta. Aunque hubo que esperar, se debió a que acudimos sin reserva previa. Pero la amabilidad del personal y su cortesía hicieron que se pasara con rapidez. El ambiente es muy moderno, acogedor, con buena iluminación. Asesorados por el dueño, probamos el gazpacho con cerezas de su propia versión, pulpitos con salteado de setas, bonito del norte poco hecho y la tarta de queso con frutos del bosque. Todos los platos recomendados estaban deliciosos. Acompañamos la cena con copas de verdejo y gewürztraminer muy buenos. La relación calidad precio es óptima, teniendo en cuenta la calidad de la comida y el servicio ofrecidos. Ideal para ir en pareja, con amigos o en familia.
Segunda vez que vengo a este sitio y segunda vez que me voy sin ser atendido. 20 min sentados y no se acercan ni a tomar nota, eso si para recoger platos vacíos hay mucho tiempo. Te hacen gestos de que te han visto pero se la suda. Les llamamos la atención de que han atendido a una familia que llegó después nuestro y su única respuesta es “solo les voy a tomar nota de la bebida”. Para colmo nada más irnos se sientan unas chicas en nuestra mesa y les atienden en 5 min. Sigo sin saber a qué sabe la comida y seguiré sin saberlo porque no pienso volver.
Sin lugar a dudas, es el mejor pastrami de la ciudad. El sitio está decorado chulísimo, la atención es correcta y son bastante rápidos sirviendo.
Local con muy mala acústica, la música demasiado alta obliga a los comensales a elevar la voz para entenderse, lo que hace aún más ruidosa e incómoda la estancia. Muy mal olor a cañerías por lo que tenían un pestilente incienso encendido. ¿Porqué nos quedamos? Porque era viernes por la noche y no teníamos reserva en los locales cercanos y porque nos dijeron que hacían bocadillos diferentes. Por cierto demasiado caros