Pontemaceira - Amés

Restaurante con unas vistas preciosas a uno de los pueblos más bonitos de Galicia. Sentarte al lado del rio tiene un efecto relajante. Además el servicio y la comida son de 10! Comimos una deliciosa centolla, lacón a la gallega con un toque moderno y jarrete estofado con crema de patata. Si te gusta el dulce, tienes que probar las cañas rellenas de crema

En un entorno idílico, a pie de río, se sitúa este restaurante. En un pequeño comedor, desde cuya cristalera se observa el puente de piedra y las aguas bravas, nos dimos un homenaje gastronómico con un servicio impecable. Como entrante nos sirvieron un caldo de repollo cortesía de la casa. De su carta destacaría las vieiras y las cañitas de crema, así como la especialidad de la casa, los garbanzos con congrio seco. Fuera de carta pedimos lubina salvaje, que estaba sensacional. Muy rica también la tarta de queso.

De paso hacia finisterre pare para tomar un café ya que lo conocía por haber parado hace años peregrinando pero ya estaba cerrado y no me dejaron pasar. Lástima pq era un lugar que me marcó en su día, tanto su belleza como el dueño que lo llevaba

Es la segunda vez que comemos allí y sin duda no será la última, las personas que lo regentan acompañan con un excelente servicio los platos deliciosos que preparan, en cantidades adecuadas pidiendo dos platos por persona.

Precioso restaurante con un terraza que tiene unas vistas inmejorables. Buena atención y muy buena comida. Es un placer comer con esas vistas, no es barato, pero la comida y las vistas también tienen su precio.